la enseñanza de principios de comportamiento
y
diseño de equipos para el manejo del ganado
Por
Temple Grandin, Ph.D.
Departamento
de Ciencia Animal
Colorado
State University
Fort
Collins, Colorado 80523-1171
Presentado
en el simposio "El impacto del movimiento por el bienestar y los derechos
del
animal en los programas de enseñanza de la ciencia animal", LXXXIII
Reunión
Anual
de la American Association of Animal Science, Laramie, Wyoming, 1992.
Publicado
en: Journal of Animal Science (1993) 71: 1065-70
Traducción
del Dr. Marcos Giménez-Zapiola
__________________________________________________________________________________________________
RESUMEN: Se describe un curso universitario sobre principios de
comportamiento animal y cómo su comprensión puede facilitar el manejo. Los
principios de comportamiento se refieren a los sentidos del ganado, la zona de
fuga, la conducta de manada durante el manejo, y los métodos que reducen el
estrés durante el trabajo. Con el fin de enseñar a pensar originalmente y
resolver los problemas, los estudiantes diseñan tres tipos diferentes de
instalaciones de trabajo. También se estudia el diseño de equipos de
inmovilización y para la faena ritual. Se analizan sistemas existentes e ideas
para el futuro. Los estudiantes reciben información de las investigaciones
científicas y de las experiencias prácticas.
Palabras clave: Comportamiento, Enseñanza, Manejo, Inmovilización
Introducción
La mejora del bienestar animal
y la reducción del estrés requieren que los estudiantes aprendan acerca del
comportamiento animal durante su manejo. Mi curso se denomina
"Comportamiento y manejo animal", y lo dicto en el Departamento de
Ciencia Animal de Colorado State University. La mayoría de mis alumnos se especializan
en ciencia animal o ciencia equina. Ellos aprenden los principios del
comportamiento y cómo se los puede utilizar para facilitar el manejo en el
embarque, los tratamientos en el corral de engorde, la atención veterinaria,
los apartes y la faena.
Se les presenta información
proveniente de los estudios científicos y de la experiencia práctica. Uno de
los objetivos principales de este curso es estimular a los estudiantes a pensar
de manera original. Se pone el énfasis en aprender a utilizar los datos más que
en repetirlos de memoria en el examen.
Los temas principales del curso
son los sentidos del animal, el principio de la zona de fuga, diseño de las
instalaciones, dispositivos de inmovilización, manejo y estrés, matanza
humanitaria, y el bienestar animal durante el manejo y el procesamiento. Para
estimular la capacidad de resolver problemas, los estudiantes diseñan tres
tipos diferentes de instalaciones para el manejo del ganado, así como
dispositivos de inmovilización de animales.
El contenido del curso
Los sentidos del ganado
Es importante que los
estudiantes aprendan la información básica sobre la forma en que los bovinos,
los porcinos y los ovinos perciben el mundo. Todas las especies de ganado tienen
una visión panorámica de un ángulo muy amplio (Prince, 1977). Este hecho
explica por qué la experiencia práctica ha demostrado que el uso de paredes
cerradas en rampas de embarque, mangas y corrales de encierro facilita el
manejo y reduce la agitación (Rider et al., 1973; Grandin, 1980 y 1982). La
investigación científica ha demostrado que los ovinos tienen percepción de la
profundidad cuando están parados y quietos (Lehman y Patterson, 1964). Hutson
(1985a) sugiere que puede haber una zona ciega a nivel del piso, y que los
ovinos quizás no puedan utilizar el paralaje o ángulo generado al moverse, ni
la disparidad retinal, para percibir la profundidad. Contra la creencia
popular, el ganado tiene visión de los colores (Hebel y Sambraus, 1976; Munkenbeck,
1982; Klopfer y Butler, 1984; Gilbert y Arave, 1986). Las observaciones a campo
han mostrado que los animales suelen frenarse ante charcos, sombras y objetos
que se mueven (Lynch y Alexander, 1973; Grandin, 1980). Se exhibe a los
estudiantes numerosas diapositivas de instalaciones de trabajo de ganado,
muchas de ellas tomadas desde la perspectiva del vacuno. Estas diapositivas
muestran tanto instalaciones bien diseñadas como otras de diseño mediocre, y se
explica en detalle cada imagen. Se muestran las cosas que hacen que el ganado
se frene, tales como las sombras, los charcos y las cadenas que cuelgan sobre
las mangas y callejones. El análisis de gran cantidad de fotografías ayuda a
los estudiantes a identificar y corregir los problemas que se presentan en el
terreno.
Los bovinos y los ovinos son
más sensibles que los humanos a los ruidos de alta frecuencia (Ames y Arehart,
1972). Los sonidos excesivamente ruidosos generan estrés, pero los animales se
pueden adaptar a niveles de ruido razonables (Ames, 1974). Los ovinos faenados
en un matadero ruidoso exhibieron niveles de cortisol más elevados que los
faenados en una instalación de investigación donde se trabajaba en silencio
(Pearson et al., 1977). Durante las clases, los estudiantes son informados acerca
de las formas de reducir los ruidos en las instalaciones para el manejo de
ganado. Ya se ha publicado con anterioridad información más detallada, basada
en experiencias prácticas (Grandin, 1987 y 1989a).
La zona de fuga y el comportamiento durante el trabajo
Es muy importante que los
estudiantes comprendan los conceptos de la zona de fuga y el punto de balance.
El conocimiento de estos principios les permitirá manejar ganado de manera
segura, humanitaria y eficiente. Los estudiantes deben aprender a permanecer en
el límite de la zona de fuga del animal. El tamaño de esta zona depende del
tamaño del lugar de encierro y del grado de contacto previo del animal con
gente (Hutson, 1982; Hargreaves y Hutson, 1990a).
Quienes trabajan con ganado sin
tener experiencia suelen cometer el
error de pararse adelante del punto de balance situado en la cruz del animal, y
picanearlo en la cabeza para que avance. Una explicación práctica completa de
estos principios está detallada en Grandin (1980, 1987 y 1989a) y Kilgour y
Dalton (1984). Se enseña a los alumnos el funcionamiento de la zona de fuga
mediante exposiciones en clase, videos y prácticas con animales. Se enseña el
funcionamiento del punto de balance mediante el encierro de vacunos u ovinos en
una manga de una sola fila. Avanzando desde la cabeza hacia la cola, cuando los
alumnos pasan caminando hacia atrás del punto de balance del animal, éste se
moverá hacia adelante.
Todas las especies de ganado
son animales de manada, y padecerán estrés o agitación cuando se los separe de
sus compañeros de hato. Los estudiantes deben ser prevenidos que un novillo que
está en calma en su corral con un grupo de animales puede atropellarlos y
pasarles por encima cuando se lo aísla de sus compañeros. Muchos de los
accidentes graves en el trabajo con animales son provocados por un animal
aislado del resto.
Muchos estudiantes no
comprenden que el comportamiento durante el manejo es afectado por las
experiencias anteriores. Los animales recuerdan experiencias dolorosas o
atemorizantes durante varios meses (Hutson, 1985b; Pascoe, 1986). La autora ha
observado que el ganado que proviene de corrales de engorde con manejo rudo es
más salvaje y tiene más contusiones que el que viene de corrales con un manejo
suave. También hay alguna evidencia en el sentido de que los ovinos pueden
recordar personas concretas que participaron de intervenciones quirúrgicas
dolorosas (Fell y Shutt, 1989).
Observaciones realizadas por la
autora indican que algunos miembros individuales de una manada pueden ponerse
muy agitados en la manga de compresión. Los animales de temperamento excitable
deberían ser eliminados de cualquier programa de enseñanza porque es probable
que lesionen a los estudiantes.
Tanto por razones humanitarias
como de seguridad personal, los establecimientos universitarios deberían contar
con instalaciones adecuadas de manejo animal para la enseñanza de su alumnado.
El mínimo indispensable para el trabajo con ganado sería una manga de
compresión, una manga de una sola fila, un corral de encierro y uno o dos
corrales de espera. Para mayor seguridad, es esencial que este equipamiento
esté en buen estado de mantenimiento. Las trabas de la manga de compresión
deben ser reemplazadas cuando se desgastan, para evitar accidentes. Para
aumentar al máximo su efecto educativo, se recomienda tener instalaciones
modernas, con una manga curva de paredes cerradas y un corral de encierro
redondo. Es importante presentar a los estudiantes instalaciones bien
diseñadas, y muchas universidades, lamentablemente, carecen de ellas.
Disposición y diseño de las instalaciones
En mis cursos, hago que los
estudiantes diseñen y desarrollen tres tipos diferentes de instalaciones, para
una planta de faena, un corral de engorde y un rancho ganadero. Para aumentar
el realismo, los trabajos se basan en proyectos concretos tomados de mi
práctica como consultora. Encargo este trabajo a los estudiantes a mediados del
curso, cuando ya han conocido muchos tipos distintos de instalaciones, ya sea a
través de las diapositivas que exhibo en mis clases o de las visitas y el
análisis crítico de las instalaciones de manejo animal de Colorado State
University. Durante las exposiciones en clase, se exhiben diseños buenos y
malos, y se los analiza a fondo. Los alumnos reciben también una carpeta con
planos de 30 distintas instalaciones para el manejo de animales.
Entre los principios de diseño
que se enseñan están el uso de paredes cerradas en mangas y corrales de
encierro, para evitar que los animales puedan ver hacia afuera con su visión
periférica amplia, así como el empleo de mangas curvas y corrales de encierro
redondos. Un corral de encierro redondo seguido de una manga curva reducen
hasta un 50% el tiempo necesario para el movimiento de los animales (Vowles y
Hollier, 1982).
La planificación del flujo del
ganado a través de las instalaciones es una buena forma de aprender a resolver
problemas. Los estudiantes deben prever suficiente espacio en los corrales para
juntar los animales, y luego, contar con los corrales y el espacio necesarios
para apartarlos. Se les enseña a dibujar un diagrama de flujo con la secuencia
de las tareas a cumplir, como el arreo, el pesaje y los apartes, para
asegurarse de que el sistema que están diseñando será capaz de satisfacer esas
necesidades. Los alumnos cuentan con información adicional publicada
anteriormente sobre diseños de instalaciones ganaderas, que pueden usar en
clase (Grandin, 1980, 1982, 1984a, 1989a y 1990a; Midwest Plan Service, 1987).
Es importante que los
estudiantes aprendan las diferencias de comportamiento entre las distintas
especies, que deberán tener en cuenta para el diseño de las instalaciones. La
experiencia práctica ha demostrado que los corrales de encierro que terminan en
un embudo hacia la manga funcionan mejor si uno de los lados está en línea
recta con una de las paredes de la manga, y el otro lado tiene un ángulo de 30o
con respecto a la otra pared de la manga. Esto ayuda a que tanto bovinos como
ovinos entren a una manga de una sola fila o a una rampa. Los porcinos, en cambio,
se atorarán en el embudo, así que la entrada a la manga desde el corral de
encierro debería ser abrupta.
El empleo de los equipos de inmovilización
Se exhibe gran cantidad de
diapositivas en el análisis de los equipos de inmovilización. Se consideran
tanto los equipos actuales como ideas para desarrollar nuevos sistemas. Se pasa
revista a las ventajas y desventajas de los distintos diseños de mangas de
compresión. Por ejemplo, un cepo de caños curvos para sujetar la cabeza puede
servir para una manga de compresión que se cierra por ambos lados, pero no es
apta para trabajar al final de una manga que tiene los lados fijos. Cuando se
usa este tipo de cepos, hay que sujetar al animal por ambos lados para evitar
que se eche al piso y se ahogue. Un cepo de caños rectos que no presionen
contra la arteria carótida del animal es más seguro para sujetar a un animal
por el cuello al final de una manga de paredes fijas. Es esencial que los
estudiantes entiendan que si un animal comienza a perder conciencia debido a la
presión que el cepo ejerce en su carótida, se debe abrir el cepo inmediatamente
para impedir su muerte (White, 1961; Fowler, 1978). También se pone énfasis en
que jamás se debe dejar un animal sin atender en la manga de compresión. Si se
emplea una manga de compresión hidráulica, la válvula de seguridad debe estar
adecuadamente regulada para evitar lesiones graves a los animales. La
experiencia de campo indica que una manga hidráulica correctamente calibrada es
más segura que un cepo manual, tanto para el ganado como para los estudiantes.
Hay recomendaciones prácticas para mangas de compresión y cepos de cabeza en
Grandin (1975 y 1983a). El trabajo de Ewbank (1968) contiene información útil
sobre el comportamiento de los animales.
Para ciertos trabajos no se
requiere una manga de compresión. Los ganaderos han comprobado en la
experiencia práctica que las vacas ariscas se quedan quietas cuando se les hace
el diagnóstico de preñez por tacto rectal en una casilla cerrada y oscura. La
vaca queda sujeta en un espacio reducido, de paredes, techo y frente cerrados
(Parsons et al., 1969). Los experimentos con aves de corral y bovinos indican
que la restricción visual en lugares de encierro oscuro reduce el estrés
(Douglas et al., 1984; Hale et al., 1987). El cajón oscuro es un buen ejemplo
del uso de principios de comportamiento para reducir la tendencia natural del
animal a resistir la inmovilización. A lo largo del curso hay un énfasis
permanente en utilizar los patrones naturales de comportamiento del animal para
hacer que el manejo y la inmovilización se hagan de manera más humanitaria y
eficiente. Por ejemplo, se puede enseñar a los cerdos y las ovejas a entrar
voluntariamente a un dispositivo de inmovilización cuando éste es relativamente
cómodo (Panepinto et al., 1983; Grandin, 1989b). Los porcinos se relajarán al
punto de dormirse en una manga acolchada que los presione a ambos lados
(Grandin et al., 1989b). La aceptación voluntaria de la inmovilización puede
ser facilitada mediante estímulos alimenticios. Esto es especialmente útil con
los animales sujetos a investigación. Los animales pueden aprender de inmediato
a discriminar entre un método de sujeción extremadamente desagradable y otro
menos desagradable, como lo demuestran los experimentos en que se les presentan
ambas opciones (Grandin et al., 1986).
La experiencia práctica ha
enseñado a la autora que los bovinos son extremadamente adversos a ser
sujetados con mochetas o pinzas de nariz. Las observaciones indican que los
animales que han sido inmovilizados reiteradamente para análisis de sangre
serán más cooperativos si se utiliza un bozal, y que el uso de mochetas hacía
más difícil sujetarlos la vez siguiente. En el curso, se recuerda
constantemente a los alumnos que la sujeción debe ser hecha lo más suavemente
posible, y que el empleo de métodos desagradables, como las mochetas, debe ser
evitado.
Una de las tareas o preguntas
del examen que tomo a mis alumnos es diseñar un dispositivo humanitario de
inmovilización para un animal imaginario con rasgos de comportamiento raros, o
para un animal fuera de lo convencional, como una medusa o una oruga. Algunos
de mis alumnos han imaginado esquemas muy inventivos, tales como suspender la
oruga en gelatina. El propósito de este ejercicio es estimular el pensamiento
original y la resolución de problemas. También ayuda a los estudiantes a lograr
una mejor comprensión del comportamiento de los vacunos, ovinos y porcinos.
Antes de encargarles la tarea, se consideran nuevas ideas para mejorar o
reemplazar las mangas de compresión. Uno de los enfoques es rediseñar o
modificar los sistemas existentes en uso en las plantas de faena. Algunos de
los ejemplos analizados son las líneas de transporte e inmovilización de doble
riel central (Giger et al., 1977; Grandin, 1988) y de paredes laterales en V
(Schmidt, 1972), y el cepo de sujeción vertical que se emplea en la faena kasher (Marshall et al, 1963). La manga
para matanza kasher diseñada por
Marshall y otros (1963) tiene lados que se cierran hacia adentro, y la autora
ha observado que los animales suelen estar más tranquilos que en las mangas de
compresión convencionales. Una posible explicación es que las paredes cerradas
retiran al operador de la manga de la zona de fuga del animal, y que el panel
cerrado adelante del cepo de cabeza bloquea la visión de un camino de escape.
También se alienta a los estudiantes a inventar conceptos completamente nuevos,
diferentes de cualquiera de los habituales en la industria.
La reducción del estrés
Durante las clases, explico
cómo la reducción del estrés en el manejo aporta beneficios tanto en la mejora
de la productividad como en el bienestar. Uno de los grandes conceptos que
procuro que mis alumnos entiendan es que el nivel de estrés que se impone a un
animal durante el manejo o la inmovilización puede variar mucho, dependiendo de
factores tales como las experiencias previas del animal, la genética, el
amansamiento, lo doloroso del procedimiento y la habilidad de los trabajadores
ganaderos.
Los animales pueden llegar a
habituarse a procedimientos indoloros de manejo, tales como el pesaje de
vacunos o el paseo de porcinos por un callejón durante su engorde final
(Peischel et al., 1980; Grandin, 1989d). La primera vez que un animal
experimenta un procedimiento de manejo, puede tener un gran estrés debido a la
novedad, pero luego, una vez que se ha acostumbrado al tratamiento, puede tener
poco o ningún estrés. Sin embargo, los animales no se habitúan a los
procedimientos que les generan una aversión severa (Hargraves y Hutson, 1990b;
Coppinger et al., 1991).
El ganado que está acostumbrado
al contacto cercano con la gente es más tranquilo y sufre menos estrés durante
el manejo que el ganado que rara vez está con la gente. Ried y Mills (1962)
descubrieron que las ovejas criadas en un galpón, en estrecho contacto con la
gente, tenían una respuesta fisiológica menos intensa al manejo que las ovejas
criadas en el campo. Los alumnos deben aprender que el aislamiento es un fuerte
factor de estrés, tanto para los bovinos como para los ovinos (Kilgour y
DeLangen, 1970; Rushen, 1986).
Otro tema muy importante de mis
clases es que el tratamiento suave de los animales es bueno tanto para el
bienestar como para la productividad. Las cerdas madres que son temerosas de
los seres humanos, y que reaccionan alejándose de ellos, producen menos crías
que las que no son temerosas (Hemsworth et al., 1981). En el manejo de bovinos
y ovinos, el estrés fue perjudicial para el rendimiento reproductivo (Doney et
al., 1976; Hixon et al., 1981). El maltrato también es perjudicial para los
animales en crecimiento. El maltrato ocasional de cerdos en engorde redujo sus
ganancias de peso (Hemsworth et al., 1987). El estrés durante el manejo y el
transporte también puede interferir con el funcionamiento del rumen y el sistema
inmunológico (Galyean et al., 1981; Kelly et al., 1981; Mertsching y Kelly,
1983; Blecha et al., 1984). La sección dedicada al tema del estrés se completa
con información sobre la importancia de la relación entre humanos y animales
sobre la productividad y el estrés.
Sobre este tema, Seabrook (1984) y Hemsworth y Barnett (1987) han escrito
buenas revisiones.
La matanza
También se tratan los temas del
manejo en la planta de faena y los procedimientos humanitarios de matanza. Todos
los procedimientos que involucran a animales vivos en plantas de faena bajo
inspección federal están comprendidos por la Ley de Métodos Humanitarios de
Matanza y sus reglamentaciones (USDA, 1979). La matanza es una de las pocas
áreas de la producción animal que posee estrictas regulaciones para la
protección del bienestar.
Estas regulaciones exigen que
los animales sean llevados a un estado de insensibilidad al dolor antes de ser
puestos en el gancho, desangrados y cortados. El uso adecuado de equipos de
noqueo mediante el perno retráctil o la
electricidad es esencial para asegurar una insensibilización instantánea e
indolora. Las prácticas aconsejadas pueden ser consultadas en las Recomendaciones para el Manejo Animal en las
Plantas de Faena, publicadas por el American Meat Institute (Grandin, 1991)
y en los manuales de manejo de los equipos comerciales de insensibilización.
Para informaciones más detalladas sobre el noqueo eléctrico, se puede consultar
las publicaciones de Hoenderken (1978), Kirton et al. (1980-81),
Blackmore y Newhook (1981), Lambooy (1982), Hoenderken (1983), Gregory y Wotton
(1984), Grandin (1985-86) y Gregory (1988). El equipo de noqueo eléctrico
debe hacer pasar suficiente amperaje por el cerebro para inducir un ataque
epileptiforme (Croft, 1952). Un amperaje insuficiente causará sufrimiento a los
animales. El curso también incluye el diseño de dispositivos de inmovilización
para sujetar a los animales durante la matanza (Schmidt, 1972; Giger et al.,
1977; Grandin, 1980, 1989c, 1990a, 1991b y 1991c).
El bienestar animal
Se estudia el tema del
bienestar animal, y se informa a los estudiantes que el mismo va a adquirir
cada vez más importancia. El creciente interés público por el bienestar animal
va a aumentar la necesidad de enseñar buenos métodos de manejo animal a los
estudiantes. Entre los principales temas que se tratan en las clases, se cuenta
el que la industria ganadera debe mejorar algunas de sus prácticas, y que el
público debe recibir una mayor educación sobre la agricultura. Un elevado
porcentaje de problemas de bienestar animal ocurre durante el manejo y se deben
a un gerenciamiento deficiente.
Dos importantes áreas
problemáticas son el tratamiento del ganado incapaz de moverse y la prevención
de lesiones inmovilizantes. Se pone énfasis en la prevención de las caídas de
animales mediante el uso de pisos antideslizantes, la venta anticipada de
animales con problemas y la eutanasia de los animales enfermos o débiles.
También se incluye la consideración de la marcación, la castración, la
descornada y otros procedimientos de manejo ganadero, desde el punto de vista
del bienestar animal.
Se analiza también el tema
polémico de la matanza kasher. La
matanza religiosa está excluída de la Ley de Matanza Humanitaria. La propia experiencia
de la autora en numerosas plantas de faena kasher
indica que el principal problema con este tipo de faena son los métodos
crueles de inmovilización utilizados en algunas de ellas. Dado que la faena
religiosa no cae dentro de las regulaciones, algunas plantas se rehúsan a
gastar dinero en dispositivos humanitarios de inmovilización. Más informaciones
sobre la matanza ritual y los equipos humanitarios de sujeción pueden obtenerse
en las publicaciones de Marshall et al. (1963), Giger et al. (1977), Dunn
(1990) y Grandin (1990b).
En las conclusiones del curso,
se pone énfasis en la importancia del buen manejo. Las instalaciones bien
diseñadas proveen las herramientas que hacen posible el manejo humanitario,
pero el equipamiento debe tener un buen manejo para lograrlo. He observado
numerosos casos de abuso de los animales en buenas instalaciones, que se debían
a que los directivos no supervisaban a sus empleados. Les digo a mis alumnos
que ellos serán los gerentes del futuro, y que estarán en condiciones de
imponer estándares elevados de bienestar animal.
Hechos recientes, que
involucran las acciones de personas que se denominan a sí mismas partidarias de "los derechos de los
animales", son tratados en las clases, junto con estudios de casos de las
formas en que las industrias reaccionaron a sus reclamos. Se analizan tanto
casos de éxitos como de fracasos de las industrias. Se insta a los alumnos a
escribir cartas de lectores a los periódicos que publican historias negativas,
y a desarrollar discusiones activas en clase.
Implicancias
La enseñanza de principios de
manejo basados en el comportamiento animal contribuirá a formar líderes para la
industria ganadera, capaces de reconocer los beneficios tanto éticos como
productivos de las buenas prácticas de trabajo y de inmovilización.
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