CÓMO
PREVENIR ACCIDENTES CON TOROS
Temple Grandin, Ph.D.
Departamento de Ciencia Animal
Colorado State University
Fort Collins, CO 80523-1171
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola
El más peligroso toro de razas lecheras es aquél
que no ha sido socializado adecuadamente con miembros de su propia especie.
Cuando el toro joven madura sexualmente, alrededor de los dos años, necesita
desafiar al toro dominante de su propia manada. Si ese toro joven ha sido
criado en aislamiento y no ha tenido oportunidades de interactuar con otros
animales de su especie, se comporta como una persona y pretende ejercer su
dominación sobre todo lo que entiende como “su manada”.
Ed Price, de la Universidad de California,
descubrió que los terneros machos criados en grupos eran mucho menos propensos
a atacar a las personas que los criados en corrales individuales. Los toros que
fueron criados por una vaca son los menos propensos a atacar. Cuando han sido criados
junto con su propia especie, saber quiénes son y tienen menos tendencia a
percibir a las personas como miembros de su manada.
No existe el toro completamente seguro, pero el
riesgo de ataques puede ser minimizado mediante un manejo apropiado. Cuando los
terneros tienen seis a ocho semanas de edad, se los debería poner en corrales
grupales. Si no hay terneros machos disponibles para constituir el grupo, se lo
puede formar con terneros castrados de mayor tamaño y peso. Todo toro
sexualmente maduro que carga contra una persona debería ser excluido de una
explotación lechera comercial, pues constituye un riesgo demasiado grande para
la seguridad del personal.
Jamás hay que jugar a darse topetazos con los
terneros. Es gracioso cuando son pequeños, pero muy peligroso cuando crecen.
Nunca hay que permitir que un ternero empuje con su cabeza cualquier parte del
cuerpo de una persona. Si trata de hacerlo, hay que ordenarle que retroceda. Si
se quiere mimar al ternero, se lo puede acariciar en la papada, la cadera o el
hombro. Hay que acariciarlo en cualquier parte, menos la frente, pues la
presión en esa área lo estimulará a topar.
Las principales causas de ataques de toros son la
confusión de identidad y el aprendizaje de comportamientos incorrectos. Antes
de atacar, un toro hará siempre una amenaza previa, presentando su cuerpo
lateralmente. Se parará de costado, de modo que aquél a quien quiere amenazar,
ya sea una persona u otro toro, pueda apreciar cuán grande y poderoso es. A
veces, una persona puede lograr que el toro retroceda si le responde con la
variante humana de la amenaza lateral, que es la parada frontal. También se
puede alejar del toro, retrocediendo lentamente. Pero no hay que CORRER JAMÁS.
En los establecimientos lecheros en los que los
toros están sueltos en los corrales de las vacas, quienes trabajen con ellos
deben estar entrenados para notar las posturas agresivas. Cuando los
ordeñadores se acercan, el toro deberá alejarse junto con las vacas. Un toro
que hace la amenaza lateral a los operarios debería ser descartado de la
manada.
La
comprensión del comportamiento de la vaca y el toro ayudará a reducir
accidentes. No hay forma de conseguir
que el ganado sea perfectamente seguro, pero el uso de principios de
comportamiento animal permite reducir los riesgos.