CÓMO ENTENDERLOS
Por Temple Grandin
Depto. de
Ciencia Animal
Colorado State University
Fort Collins, CO 80523-1171
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola
Esta fotografía ilustra la zona de fuga de un gran rebaño ovino. Las manadas de bovinos se comportan de manera muy parecida. Se puede observar que las ovejas se mueven en círculo alrededor de los pastores, a la vez que se mantienen a una distancia segura de ellos y tratan de tenerlos a la vista. También se nota que las ovejas tienden a moverse en sentido contrario al del pastor. Por esta razón, para mover a un grupo de animales en cierta dirección, el ganadero puede caminar en la dirección contraria a la deseada en los animales. Si se camina en dirección contraria, los animales tienden a acelerar su movimiento; si se camina en la misma dirección, el movimiento animal tiende a hacerse más lento. Estos principios se cumplen en todas las especies que viven en manada.
El punto de balance se encuentra en la cruz del animal. Todas las especies de ganado se moverán hacia adelante si el ganadero está ubicado detrás del punto de balance, y retrocederán si está ubicado adelante de dicho punto. Muchas personas, al trabajar con el ganado, cometen el error de quedarse parados adelante del punto de balance cuando tratan de hacer que un animal avance en una manga. Una vez que están adentro de una manga, los bovinos y los porcinos tenderán a avanzar sin necesidad de aplicarles picanas eléctricas, si el trabajador del ganado camina hacia atrás, en dirección opuesta a los animales, pasando sucesivamente el punto de balance de cada uno de ellos. No es necesario picanear a cada animal. Si los animales están avanzando por sí mismos en la manga, hay que dejarlos seguir solos. Frecuentemente avanzarán con sólo golpear la pared de la manga con la palma de la mano.
El siguiente diagrama ilustra la zona de fuga general de un animal. El tamaño efectivo de la zona de fuga de cada animal en particular variará según su nivel de amansamiento. La zona de fuga también depende del nivel de calma que tenga el animal, y se agranda cuando éste se pone nervioso o cuando uno se le aproxima de frente. Los animales tranquilos son más fáciles de manejar; cuando se ponen nerviosos, se necesitan 20 a 30 minutos para que se vuelvan a calmar.
ZONA CIEGA
(DETRÁS DEL ANIMAL)
PUNTO DE BALANCE
(LÍNEA DE LA CRUZ DEL ANIMAL)
Cuando el trabajador se mueva hacia la posición A, que está fuera de la zona de fuga, el animal dejará de alejarse. Si pasa a la posición B, penetrará en la zona de fuga y hará que el animal comience a moverse. Si se trabaja con el ganado entendiendo los conceptos de la zona de fuga y el punto de balance, se consigue moverlo más fácilmente. La zona de fuga es el espacio personal del animal, y su tamaño está determinado por su nivel de domesticación o salvajismo. Los animales totalmente mansos no tienen zona de fuga, y la gente los puede tocar. El animal comienza a apartarse del ganadero cuando éste atraviesa el límite de su zona de fuga. Si todos los animales de un grupo están mirando de frente al ganadero, significa que éste se encuentra fuera de su zona de fuga.
Cuando el ganadero está afuera de la zona de fuga, los animales se dan vuelta y lo miran de frente manteniéndose a una distancia segura:
Cuando el ganadero entra en la zona de fuga, los animales se dan vuelta y se alejan de él:
El siguiente es el esquema del movimiento del ganadero para hacer que el ganado avance, trabajando del lado interior de una manga curva:
Cada uno de los animales avanza cuando el operario ganadero cruza su punto de balance, caminando hacia atrás. Para volver adelante de la manga, el ganadero debe ir directamente, alejándose de los animales.
Si se trabaja en una manga recta, el movimiento del operario ganadero para mover a los animales hacia el cepo o casilla de sujeción es el siguiente:
Chasque aquí para el vídeo
Para hacer que los animales se adelanten, hay que caminar paralelamente a ellos pero en sentido contrario. Para volver hacia adelante, hay que caminar en sentido oblicuo, alejándose para dejar la zona de fuga de los animales que están en la manga.
Los bovinos, así como otros rumiantes, tienen la tendencia a moverse en la dirección opuesta cuando se penetra directamente su zona de fuga. El principio que ilustran estos dos diagramas es que el ganadero debe entrar en la zona de fuga en la dirección opuesta a la del movimiento que desea producir. Cuando regrese a su posición inicial, el ganadero caminará en la misma dirección del ganado, pero deberá hacerlo fuera de su zona de fuga.
Cuando se sujeta a un animal en
el cepo, el operario debería pararse fuera de su zona de fuga. Para mover al
siguiente animal hacia el cepo, el ganadero entrará en su zona de fuga desde
adelante, y el animal se adelantará cuando crucen el punto de balance a la
altura de su hombro.
Para hacer que se mueva solamente el animal de adelante,
el operario deberá detenerse cuando haya atravesado su punto de
balance.
Cuando se arrea ganado en terrenos amplios y abiertos, el movimiento
calmo y ordenado de los animales se logra muy fácilmente siempre que se
entienda el funcionamiento de la zona de fuga y se apliquen unos pocos
principios básicos. Para hacer que los animales se muevan ordenadamente, el
vaquero debe alternar su posición, entrando y saliendo sucesivamente de la zona
de fuga colectiva de la manada:
La presión no debe ser continua, sino que es más efectiva una presión oscilante sobre el límite de la zona de fuga.
El jinete se debe mover en zig-zag, adelantándose y atrasándose con respecto a la manada. Cuando vaya hacia atrás, en dirección opuesta a la manada, entrará en su zona de fuga y acelerará el movimiento. Cuando vaya hacia adelante, en la misma dirección que la manada, se alejará de la zona de fuga de la manada, y frenará su movimiento.
Para que los animales se mantengan en calma y se los pueda mover fácilmente, el ganadero debe trabajar en el borde de la zona de fuga. Para hacer que los animales se muevan, entrará en la zona de fuga; para hacer que se detengan, retrocederá hasta salir de la zona de fuga. El operario debe evitar el punto ciego del animal, que está detrás de su cola. Es conveniente abstenerse de penetrar profundamente en la zona de fuga. Los animales se ponen muy inquietos si una persona se mete en su espacio personal y no tienen la posibilidad de alejarse. Si el ganado se da vuelta y se escapa hacia atrás del jinete cuando se lo arrea por un callejón en los corrales, la causa más probable es un exceso de penetración en su zona de fuga: al no poder fugar hacia adelante porque hay otros animales ocupando el espacio, los animales se dan vuelta para tratar de escapar del vaquero que los empuja. Cuando esto sucede, el vaquero debe retroceder para aumentar la distancia que hay entre él y los animales. Este retroceso debe hacerse a la primera indicación de que hay animales que quieren darse vuelta y escapar hacia atrás. Si un grupo de animales retrocede al olfatear algo o ver una sombra adelante, hay que tener paciencia y darle tiempo al primero para que supere el obstáculo; el resto de los animales lo seguirá. Si los animales retroceden en una manga, hay que alejarse de ellos; no hay que tocarlos ni golpearlos, pues retroceden en un intento por aumentar la distancia entre ellos y la gente. Normalmente, se tranquilizarán si se los deja solos.
Un grupo de animales que se mueve en manada mantiene contacto visual entre sí, de modo que toda la manada se puede mover como un conjunto coordinado. El animal que está en la segunda posición, tras el que va adelante, está ubicado precisamente atrás de su punto de balance. Esa es la posición que debería ocupar una persona para mover esos animales.
Usando los principios de comportamiento animal en la zona de fuga, un operario ganadero podrá hacer entrar el ganado en un corral de manera tranquila y ordenada. Las posiciones que se ilustran en este diagrama permiten controlar el flujo de ganado a través de la puerta. Se puede acelerar o frenar el movimiento del ganado mediante el acercamiento y alejamiento (moviéndose hacia los animales y luego hacia atrás). Si el operario se mueve en el mismo plano, sin acercarse ni alejarse de los animales, su control del movimiento no será tan efectivo.
REFERENCIAS
Grandin, T. (Editor) 1993 Livestock Handling and Transport. CAB International,
Wallingford Oxon, United Kingdom
Grandin, T. (1989) Behavioral Principles of Livestock Handling
Professional Animal Scientist
December 1989 pages 1-11Kilgour R. and Dalton D.C. 1984 Livestock Behaviour, A Practical Guide
Collins Technical Books
Glasgow United Kingdom
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